En la medida que la economía comienza a mostrar señales de recuperación, gran parte de las personas afectadas negativamente por esta crisis también comienzan a salir de sus problemas. Ya sea debido a un despido o a inversiones que perdieron enormemente su valor, una cifra sustancial de estadounidenses enfrentó dificultades financieras en el 2009.
Ahora que el calendario marcha a pasos agigantados hacia un nuevo año, muchas personas buscan formas para controlar mejor sus asuntos financieros, con la esperanza de estar más preparados si otra recesión asoma su horrible cabeza en el futuro. Una de las mejores maneras de prepararse es manejar adecuadamente el crédito, lo cual se puede lograr de múltiples formas.
Numerosas personas saben que tienen una calificación de crédito, pero desconocen cuál es o cómo se determina. Las oficinas de crédito como Experian y Equifax pueden ofrecerles el historial de crédito a quien lo solicite, pero esa es sólo la mitad del proceso. La otra mitad es la razón por la cual se posee ese historial.
La obtención de tarjetas de crédito aseguradas implica una búsqueda cuidadosa y meticulosa por parte del cliente, pero puede ser un medio efectivo de recuperar el crédito, incluso con un historial deficiente o mínimo. La tarjeta de crédito asegurada exige que el tarjetahabiente deposite determinada cantidad de dinero con un prestamista, y el límite de crédito es generalmente igual a la suma depositada.
Un buen historial de crédito no sólo se basa en la forma en que una persona maneja sus pagos de tarjetas de crédito. Las mensualidades de los préstamos bancarios para compras de autos, personales o incluso las hipotecas, si se pagan a tiempo, también influyen positivamente en la calificación de crédito.
Aunque pudiera parecer que la obtención de un préstamo conjunto no es lo ideal para quien espera darle un impulso a su calificación de crédito, lo es, siempre y cuando se hagan los pagos a tiempo y se salde la cuenta con seriedad. Con frecuencia los padres les sirven de garantes a sus hijos, permitiendo que éstos usen su buen historial de crédito como piedra angular para crear su propia calificación.
Antes de otorgar crédito, los prestamistas analizan la estabilidad del solicitante. Algo que se cumple a cabalidad en la economía actual, donde los prestamistas que hicieron préstamos irresponsables a prestatarios no calificados terminaron liquidando su negocio o necesitados de ayuda federal.